Paul Feyerabend, en su
denominada teoría del anarquismo del conocimiento, afirma que las diferentes
metodologías de la ciencia no han proporcionado reglas adecuadas para guiar las
actividades de los científicos, y plantea “la
idea de que la ciencia puede y debe actuar
de acuerdo con reglas universales, es tan poco realista como
perniciosa”, ya que implica una visión simplista del talento del ser
humano, la deshumanización para la obtención de cualificación profesional, el
pasar por alto las condiciones físicas e históricas que influyen en el cambio
científico.
En este sentido, para
Feyerabend “la ciencia es una empresa
esencialmente anarquista; el anarquismo teórico es más humanista y más adecuado
para estimular el progreso que sus alternativas basadas en la ley y el orden”, es
decir, dicha teoría permitiría contribuir a la ciencia, haciéndola más creativa
e innovadora, despojándola de reglas y dogmas que limitan la actividad
científica.
El anarquismo epistemológico
se constituye, por tanto, en una crítica a los procedimientos de producción del
conocimiento científico, de tipo reduccionistas y presentados como hechos
inmutables ante los cambios históricos, planteando como alternativa del
principio del “todo vale”, que apunta
a la idea de que todos los procedimientos son posibles de seguirse por el
científico en la búsqueda de sus resultados.
Cabe
aclarar en este punto que el anarquismo epistemológico, no implica de ninguna
manera el desarrollar procesos de investigación que aporten a la ciencia, con
procedimientos poco ortodoxos y cargados de una alta dosis de subjetividad,
como el “empleo de una bola de cristal,
lanzamiento de hojas de coca, interpretación de las cartas del tarot, entre
otros”, más por el contrario, afirma que la ciencia es un proceso
inconcluso, que continuamente se complementa, redefine en función al contexto,
por tanto, existen diferentes reglas empíricas que ayudan al investigador, el
cual debe examinarlas a objeto de determinar su utilidad. Es así que el autor
no propone la anulación de toda metodología, sugiere que todos los métodos son
útiles y cuentan con un propósito definido, pero no existe un único método que
se pueda aplicar de manera válida para el estudio de cualquier tipo de
fenómenos, por lo que la ciencia no es construida únicamente con un método.
Particularmente considero
que Feyerabend, desafía a los filósofos racionalistas y empiristas, al plantear
un pluralismo epistemológico, donde “la
proliferación de teorías es beneficiosa para la ciencia, mientras que la uniformidad
debilita su poder crítico y pone en peligro el desarrollo del individuo”
(Feyerabend, 2000). Dicho pluralismo está constituido por multiplicidad de
métodos, toma en cuenta factores culturales, históricos y subjetivos; así como
elementos ético-políticos.
La teoría de Feyerabend, es
sumamente interesante más aún en el contexto social, político, educativo y
económico actual, donde se debate sobre la descolonización y dialogo de
saberes, donde se critica a las instituciones de educación superior el asumir
paradigmas eurocéntricos y se les exige rescatar saberes ancestrales. Al
respecto, filósofos como Boaventura de Sousa Santos, Walsh, Mignolo, entre
otros, plantean como propuesta latinoamericana la “liberación epistemológica”, que permita un dialogo pluralista
entre los saberes occidentales y locales.
Personalmente considero, que
Feyerabend es un importante autor que contribuye a la corriente antes citada, ya que al criticar una
visión epistemológica hegemónica, propicia el pluralismo epistemológico, como
una visión más amplia estudiar la filosofía de la ciencia.
Con relación al tema de la
descolonialización y dialogo de saberes, algunos autores como Mazzorco (2010),
plantean ciertas interrogantes, ¿Cómo es
posible un dialogo de saberes sin la subordinación al pensamiento dominante?
¿Cómo crear un conocimiento local que no esté contaminado por la visión de
mundo eurocéntrica que ha colonizado nuestro ser y nuestro saber? ¿Cómo
interpretar nuestra realidad con los anteojos conceptuales que nos colocó el
colonizador, es decir, con los mismos códigos provenientes del saber
hegemónico?
Si
bien Feyerabend no responde de manera directa a las preguntas antes formuladas,
desarrolla el instrumento que posibilitaría operacionalizar su respuesta, mediante
la propuesta de una epistemología
anarquista que se constituye definitivamente en una manera de estudiar y
representar de manera diferente a la sociedad, sus relaciones entre saber/poder
y la posibilidad de un diálogo entre saberes y subjetividades alternas.
Para
concluir es preciso indicar, que para la construcción de la ciencia es
necesario amplitud y tolerancia, comprendiendo los diferentes enfoques
epistemológicos, como planteamientos que permiten comprender los fenómenos pero
que también tienen limitaciones y que al mismo tiempo pueden ser
complementarios y complementados, según el contexto y las condiciones que
circunden al proceso de investigación.
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